Son muchos los que piensan que la seguridad de los alimentos que consumen radica en el control analítico del producto final: Analizar muchas muestras y, en cada una de ellas, muchos parámetros. La seguridad alimentaria del "mucho": muchas inspecciones, muchos análisis, muchas sanciones... No se si será bonito pero, desde luego, no es barato. Y lo mas preocupante, es que tampoco es bueno.

Una concepción finalista de la legislación alimentaria y del control, difícilmente será eficiente. Lo malo es que también podamos  poner  seriamente en duda su eficacia. Malo ( y caro) es matar moscas a cañonazos; pero si, encima, no las matamos... En otras palabras: ¿Protege de verdad esa "seguridad alimentaria del mucho"?  Y, si lo hace...¿a qué precio? ¿Resulta sostenible?  ¿Riesgo cero a coste infinito? No merece la pena devanarse los sesos buscando respuestas que no existen. La respuesta, en singular, va por otro lado: es la Cadena Agroalimentaria Sostenible. Esto significa concebir y gestionar la Cadena como un "todo", indivisa del campo a la mesa, integrada por eslabones que mantienen entre sí relaciones estables, transparentes, de complicidad y no de rivalidad, en clave "ganar-ganar".

Así, la seguridad alimentaria puede generarse ya desde el primer momento, y se mantiene o, incluso, fortalece, según va acercándose al consumidor final, pues cada eslabón hace su trabajo. Sin Seguridad no hay sostenibilidad. Sin embargo, la Seguridad así generada y obtenida es eficiente, y la Cadena, sostenible.